lunes, 27 de febrero de 2012

Morbo francés (28 02 12)

Columna “En foco” - El Mundo - página 2 - Hoy Día Córdoba – martes 28 de febrero de 2012


Morbo francés


por Pedro I. de Quesada





A Dominique Strauss-Kahn la sociedad francesa parece decidida a no darle cuartel. El ex hombre fuerte de la izquierda gala, jefe del FMI y casi seguro reemplazante de Nicolás Sarkozy en el Elíseo, no deja de descender en caída libre, desde aquellos cielos del poder, y tampoco se avizora ninguna pista de aterrizaje donde pueda parar esa caída.

Desde el 14 de mayo del año pasado, cuando una empleada de limpieza del exclusivo hotel Sofitel de Nueva York lo empujó al abismo con su denuncia de violación, DSK y su entorno político y familiar han hecho todo lo que ha estado a su alcance para frenar el descrédito y el escándalo.

Comenzó renunciando a sus cargos en el Partido Socialista francés –lo que dejó el camino expedito para la candidatura de François Hollande, que hoy corre como favorito, aventajando a Sarkozy en las encuestas para las próximas presidenciales-; luego, en septiembre, cuando la periodista Tristane Banon volvió a reflotar la denuncia en su contra por agresión sexual, el hombre en desgracia decidió retirarse de la vida política para siempre.

Y su mujer, la millonaria Anne Sinclair, aceptó volver a su profesión periodística delante de las cámaras para intentar ayudarlo.

Pero nada ha logrado detener la permanente atención de la prensa y de la actualidad política, donde DSK sigue siendo la estrella cotidiana. Hasta un punto tal que algunos de sus amigos, como el filósofo Bernard Henry-Lévy, han sugerido que el escándalo comienza a parecerse a aquel “Caso Dreyfus” de fines del XIX, con su carga de antisemitismo y de encontrar un chivo expiatorio –judío también ahora- para ocultar detrás suyo los chanchullos de la derecha (como el escándalo de financiamiento de L’Oreal, que salpica directamente a Sarkozy).

Yo no estoy de acuerdo, las liberalidades sexuales de DSK no pueden diluirse con la siempre ubicua apelación al antisemitismo.

Strauss-Kahn ha vuelto a dormir en un calabozo, y enfrenta su tercer juicio, ahora por complicidad en proxenetismo agravado por banda organizada (la mafia que le proveía prostitutas, comandada por un tipo tan caricaturesco como para que lo apodaran Dodó La Salmuera, ¡cómo no se van a hacer un festín los diarios franceses!)

Además de proveerle mujeres al gran jefe en cualquier lugar del mundo (hay pruebas que le proveyeron prostitutas al menos tres veces en París, dos en Bélgica, y tres en Washington), Dodó La Salmuera y sus chicas viajaban para esos menesteres en primera clase, se hospedaban en hoteles exclusivos y no reparaban en ningún tipo de gastos.

Gastos que eran financiados más tarde con apaños en cuentas de empresas públicas, por lo que DSK deberá responder también por encubrimiento de abuso de bienes sociales.

Para que el novelón que alimenta el morbo francés esté completo, los proxenetas mafiosos tienen estrechos vínculos con la Francmasonería, y ésta con el Partido Socialista.

Hollande tendrá que remarla para mantenerse al frente de las encuestas.