lunes, 5 de marzo de 2012

Sarko por el suelo (06 03 12)

Columna “En foco” - El Mundo - página 2 - Hoy Día Córdoba – martes 6 de marzo de 2012



Sarko por el suelo


por Pedro I. de Quesada





A poco más de 40 días de las elecciones presidenciales francesas, el presidente Nicolás Sarkozy –Sarko, para los amigos- derrapa por los suelos, en lo que no deja de constituir una sorpresa para propios y extraños.

En la recta final para el 22 de abril, la diferencia con François Hollande aumenta a diario. La semana pasada, la confiable medición del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP, fundado por Jean Stoetzel en 1938) publicó que si las elecciones fueran hoy, los socialistas desplazarían a los conservadores de la Presidencia de la República por una diferencia de cuatro puntos. Y que si hubiese ballotage (está prevista una segunda vuelta, si fuera necesaria, para el 6 de mayo) esa diferencia sepultaría a la derecha: Sarkozy no superaría el 43 por ciento, mientras los socialistas obtendrían el 57.

Nadie se esperaba estos porcentajes, ni hubiera sido realista sostenerlos hasta hace pocas semanas. El último tramo de Nicolás Sarkozy al frente del gobierno ha estado explícitamente dirigido a procurarse la reelección; y detrás de ese objetivo no solamente ha direccionado las políticas más mediáticas a nivel interno, sino que también ha afectado la política exterior gala y el peso de ella en el equilibrio europeo.

Así, el tándem armado con la canciller alemana Ángela Merkel intentó presentar al francés como una garantía indispensable para la continuidad de la estrategia de salvataje del euro, y de superación de la crisis estructural que soportan las finanzas públicas europeas.

La misma Merkel, con parte de su gabinete berlinés, aterrizó en París y se sumó desembozadamente a la campaña por la reelección presidencial de su partenaire.

Pero, a juzgar por cómo los franceses están tomando la decisión de su futuro voto, ninguno de esos gestos ha sido determinante. Antes bien, la prepotencia verbal y las actitudes paternalistas del líder de la derecha francesa, sumado a los escándalos económicos (como el affaire L’Oreal) que han envilecido su gobierno, parecen estar inclinando la balanza en su contra.

Esta misma semana, Sarkozy fue abucheado por una feroz silbatina en Bayona, en el País Vasco Francés, y tuvo que asilarse en un bar durante más de una hora, hasta que la policía dispersara a los broncos vascos.

A los manotazos, el presidente intenta recuperar el protagonismo, pero después de cinco años de adjetivos superlativos y anuncios espectaculares, parece haber agotado la capacidad de sorpresa de los franceses.

Mientras tanto, François Hollande, un socialista tranquilo, no responde a sus invectivas y está haciendo una campaña centrada en propuestas. Una de ellas ha contribuido a aumentar la diferencia entre ambos candidatos: de ganar, Hollande impondrá un impuesto a las grandes fortunas, del 75 por ciento sobre los ingresos que superen el millón de euros.

Uno de los que debería pagarlo, por cierto, sería el propio Sarkozy.





@nspecchia