jueves, 14 de junio de 2012

El pensamiento libre (14 06 12)


El pensamiento libre


Hablamos con Ernesto Laclau, el teórico que inspira a los grandes movimientos latinoamericanos de izquierda

Por Martín Iparraguirre y Nelson G. Specchia 










El prestigioso sociólogo y filósofo Ernesto Laclau estuvo en Córdoba esta semana para presentar el segundo número de la revista "Debates y combates", que él dirige, en una disertación que ofreció en la Universidad Católica de Córdoba.
Doctorado en Oxford, autor de una obra imprescindible para pensar la actualidad latinoamericana, Laclau es un ejemplo paradigmático del intelectual comprometido con su tiempo, que entiende a su trabajo como una forma particular de intervención en la realidad, que busca trascender los claustros académicos para insertarse en los conflictos que atraviesan la sociedad. No debe extrañar, por ello, que sus ideas se discutan en los medios y tengan tanta actualidad: Laclau no sólo es un faro para muchos intelectuales e investigadores de todas las latitudes, sino también para la mayoría de los procesos políticos que se viven en esta parte del mundo.
Autor de ensayos y libros imprescindibles, entre los que se destacan "La razón populista" y "Hegemonía y estrategia socialista", Laclau ha producido también un quiebre radical en las categorías del pensamiento político: después de él, ya nadie podrá tratar peyorativamente el término "populismo", como tampoco desdeñarlo tranquilamente desde las teorías liberales. Su trabajo ha conseguido liberar el análisis político y el debate teórico de cierto colonialismo intelectual que ejercen las universidades de Europa y Estados Unidos: conceptos como hegemonía, liderazgo populista, autoritarismo, emancipación y soberanía, adquieren una nueva dimensión, mucho más relacionada con nuestra historia y nuestros pueblos.
Reputado profesor de la Universi-dad de Essex en Inglaterra y catedrático de la Universidad Northwestern en Chicago, Laclau brindó una amplia conferencia a la que asistió Hoy Día Córdoba, que tuvo además el privilegio de poder entrevistarlo. Aquí, se ofrecen los párrafos más salientes de ambas intervenciones.

Emancipación
El núcleo de la disertación de Laclau estuvo vinculado a explicar los objetivos de "Debates y combates", una revista que el propio autor pensó para distribuir en toda Latinoamérica, acaso como una forma más de intervención en los procesos que se viven en la región.
Uno de los ejes de la publicación se centra en el análisis de lo que Laclau llamó la transformación de los discursos emancipatorios. "Yo creo que los discursos emancipatorios de nuestro tiempo deben ser muy distintos de los del pensamiento clásico, sobre todo del marxismo. El marxismo había sido una teoría sobre la homogeneidad creciente de lo social. La tesis sociológica básica era que había una simplificación de la estructura social bajo el capitalismo. Y que esa simplificación conducía a que sólo un actor social, la clase obrera, representara el futuro humano", explicó. "Esa visión, se ha demostrado históricamente incorrecta: lejos de estar avanzando hacia sociedades más homogéneas, estamos avanzando hacia sociedades más heterogéneas. Los antagonismos sociales no son menores que en la época del marxismo clásico. Pero los antagonismos sociales son plurales, heterogéneos entre sí: hoy tenemos luchas de las minorías raciales, de las minorías sexuales, de los pueblos originarios, luchas creadas en torno a las instituciones, a los desniveles de la economía. Y todo este tipo de lucha va generando la necesidad de elaborar un lazo político, una articulación política, que pasa a ser el momento fundamental del proceso emancipatorio. Es decir, que tenemos que avanzar hacia una ontología más refinada, en la cual la categoría de articulación, la categoría de hegemonía y otras similares sean pensadas hasta sus últimas consecuencias", afirmó.

Carácter latinoamericanista
Otro énfasis está dado por el carácter latinoamericano de su pensamiento. "A principio del siglo XIX, en Europa, liberalismo y democracia eran términos antagónicos, el liberalismo era una forma respetable de organización política mientras que la democracia era un término peyorativo porque se la consideraba el gobierno de la turba. Después del ciclo de revoluciones y contrarrevoluciones se gestó un equilibro siempre precario entre esos dos términos. Lo que yo sostengo es que en el caso latinoamericano este ensamblaje no se dio nunca: hubo una dualidad en la experiencia política de las masas por la cuál liberalismo y democracia no eran términos complementarios sino antagónicos. Nosotros teníamos Estados liberales que se habían creado en la segunda mitad del siglo XIX pero eran formas políticas destinadas a asegurar el dominio de las jerarquías terratenientes, y toda la estructuración del sistema político era de base clientelística. De modo que cuando a los comienzos del siglo XX el ascenso de las masas se da en América Latina, este ascenso tiende a expresarse en formas políticas no ideales, muchas veces a través de dictaduras nacionalistas, no como las que tuvimos después. Es el proceso del primer peronismo, el proceso del Estado Novo de Vargas en Brasil, etc. Lo que veo novedoso de la situación actual en el continente, es que por primera vez democracia en el sentido formal del término (formas del Estado democrático liberal), no es incompatible con el Estado nacional-popular".
Una categoría central del pensamiento de Laclau es la de populismo: "Para mí, el populismo no es un término peyorativo, es una forma de construcción de lo político que consiste en interpelar a los de abajo frente al poder establecido. Esto puede hacerse desde ideologías distintas, pero en todo caso se diferencia del institucionalismo como forma radical. Yo creo que hay una polarización, un espectro, en el que los dos extremos serían populismo e institucionalismo, y en medio de estos dos polos hay distintas combinaciones de ambos. Lo importante es que para cualquier proyecto de cambio histórico es necesario construir nuevas instituciones", completó. Esta idea es central para analizar la actualidad argentina: "La idea de las instituciones parlamentarias constitucionales puras ha sido siempre el discurso de la derecha, pero este institucionalismo es el statu quo tal como existe. Porque las instituciones no son neutrales, son siempre la cristalización de la relación de fuerza entre los grupos, de modo que cuando hay un proyecto real de transformación, va a tener que llevar necesariamente a la revisión de las formas institucionales existentes", explicó el filósofo. El académico reivindicó también los liderazgos fuertes en la región: "A veces se dice que los líderes populistas manipulan a las masas. El problema es que las masas, cuando son masas marginales, necesitan ser dotadas de un lenguaje, y ése lenguaje muchas veces viene desde el poder político. Si esas masas no se pueden movilizar sino a través de la intervención de partidos populistas, estos partidos juegan un rol democratizante, porque lanza a las masas a la arena histórica", aseguró.

¿La izquierda latinoamericana tiene algo que ensañarle a la izquierda europea?
Ernesto Laclau: Yo creo que tiene muchas cosas que enseñarle. El neoliberalismo, que fue la fórmula económica adoptada en Europa tanto por los partidos conservadores como por la socialdemocracia, ahora está en crisis porque las políticas de ajuste no funcionan, y todos lo ven. Yo participé en una discusión con Stuart Hall, el especialista en estudios culturales, y él me dijo que lo que tenemos que hacer es "latinoamericanizar" a Europa. Y hay grandes economistas como Paul Krugman o Joseph Stiglitz, premios Nobel, que sostienen que el modelo latinoamericano, y especialmente el modelo argentino, es una forma mucho más adecuada de tratar los problemas de la crisis.

¿La crisis económica puede mermar el proceso en Argentina?
Laclau: Evidentemente es un inconveniente, yo en mi conferencia dije que es imposible evitar los coletazos de la crisis, porque es una crisis internacional. Lo que es importante es que se administren las cosas de modo tal que la crisis no se vuelva una crisis total como está ocurriendo en Grecia o en España. Y me parece que no hay signos de que ese tipo de crisis vaya a ocurrir en Argentina. Va a haber molestias aquí y allá que son inevitables, porque no se puede seguir con el mismo modelo de crecimiento en los mismos términos de los últimos años, cuando el precio de la soja estaba por las nubes.

¿Cuál cree que es el camino que se debería adoptar para enfrentar la crisis?
Laclau: El que se está siguiendo, es decir una política de nacionalizaciones, una política de negociación con los posibles inversores, y la formación de algún tipo de consenso entre empresarios y organizaciones obreras, de modo tal que los cambios que existan sean cambios negociados. (Hugo) Moyano, por ejemplo, tiene una política de pedir cualquier cosa sin importarle para nada las posibilidades del país de responder a sus exigencias. Pero las exigencias, aunque no sean respondidas en la proporción que Moyano quiere, van a ser respondidas en alguna medida, ya que acá no va a haber una política de congelación salarial.




HOY DÍA CÓRDOBA, Magazine, miércoles 14 de junio de 2012, página 2.


http://www.hoydia.com.ar/magazine/item/11399-el-pensamiento-libre.html


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