martes, 4 de septiembre de 2012

Que los velos no las tapen (04 09 12)


Columna “En foco” - El Mundo - página 2 - Hoy Día Córdoba – martes 04 de septiembre 2012  

Que los velos no las tapen

por Pedro I. de Quesada 






El velo que cubre a las mujeres en el Islam ya es un elemento de la política internacional. Desde el domingo último en Egipto ocupa todos los titulares.

El velo es, en realidad, un símbolo de la lucha política, ideológica y religiosa que cruza la sociedad. Los pañuelos y velos con que las mujeres musulmanas ocultan parte de su cuerpo son diversos, y responden a diferentes interpretaciones de los preceptos coránicos sobre el pudor femenino.

Van desde el "hiyab", un pañuelo que cubre el pelo y el cuello, pero deja libre el rostro; el "niqab", que también oculta la boca y la nariz, y otros, que van tapando progresivamente partes del cuerpo, como el "tchador" -gran capa holgada y negra con que se tapan las mujeres iraníes- hasta llegar al "burka", impuesto por los talibanes afganos, que oculta hasta el último centímetro del cuerpo femenino, incluyendo los ojos, que quedan detrás de una malla enrejada de punto.

El velo está en el centro de la agenda de las mayorías populares, que adhieren en menor o en mayor grado a los principios islámicos, sobre el laicismo impuesto durante décadas en los países árabes, gobernados por regímenes autocráticos desde las independencias nacionales.

Los partidos y la casta militar, que se hicieron cargo de los ejecutivos en toda la franja del Magreb y del Oriente Medio desde el fin del período colonial, a mediados del siglo pasado, impusieron el laicismo como vía de alcanzar la modernidad, con Occidente como modelo.

Tanto Mustafá Kemal, "Ataturk", en Turquía, como Gamal Abdel Nasser, en Egipto, entre otros, desterraron obligatoriamente los símbolos religiosos de la vida pública. Los pañuelos en las mujeres -como los turbantes, los sombreros turcos de los fez, y hasta las babuchas- convocaban al pasado, donde la religión imponía el paso a la política.

Ahora, sin embargo, cuando la "primavera árabe" ha colaborado en el sinceramiento del sentir de las mayorías con los rumbos de los gobiernos, el "hiyab" vuelve al debate.

Las esposas del presidente turco, Abdallah Gull, y de su primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, desafían las leyes vigentes mostrándose con velos islámicos en las recepciones oficiales. Y el nuevo gobierno egipcio, que acomoda diariamente el cuerpo para transitar por la frágil línea de autonomía que le han dejado los militares tras la caída de Hosni Mubarak, dió un salto simbólico importante el domingo.

La principal cadena de televisión pública, controlada ahora por los Hermanos Musulmanes del presidente Mohammed Mursi, mostró a la periodista Fatma Nabil cubierta por el "hiyab" en el informativo del mediodía.

Los islamistas dicen que hace a la libertad de elección de las mujeres, pero muchas mujeres intuyen que la presión política y social para que se cubran el pelo presagia la intención de ocultarlas a ellas mismas. Detrás de los hombres, donde estuvieron siempre.





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