miércoles, 28 de noviembre de 2012

Cataluña en la escalera mecánica (27 11 12)


Cataluña en la escalera mecánica

por Pedro I. de Quesada







En España circula un chascarillo muy ilustrativo: si encuentras un catalán a la mitad de una escalera, nunca sabrás si está subiendo o si está bajando.

Personalidad compleja la de ese pueblo de costumbres frugales y opiniones obstinadas.

El domingo se votó en Barcelona, Tarragona, Girona y Lleida, elecciones anunciadas como un plebiscito por la secesión de las cuatro comarcas del Reino de España (escríbase, en catalán, "Catalunya", que la "ñ" es demasiado castiza).

Los "españolistas" (o "federalistas", o "centralistas", o como quiera llamarse a los que se niegan a dejar de ser españoles por ser catalanes) anunciaban una debacle del soberanismo del presidente de la Generalitat, Artus Mas, líder de Convergencia i Unió (CiU). Y los independentistas sostenían que estas elecciones serían el principio del fin del "sojuzgamiento" de Madrid a la libertad de Barcelona.

Bueno, se votó, y los resultados están en la mitad de la escalera: según quién los mire, van hacia arriba o hacia abajo, como el carácter complejo de los catalanes.

Si nos atenemos a los números, la estrategia de Artur Mas recibió un varapalo: sacó menos votos -y, por ende, tendrá menos escaños en el Parlament- que en las elecciones de hace un año y medio, cuando obtuvo la presidencia de la Generalitat.

O sea que CiU debería estacionar el  separatismo y volver a ser un partido funcional (aunque crítico) a Madrid.

En esto coincidieron los diarios españoles que avalan al gobierno conservador de Mariano Rajoy, a quien no dudan de señalar también entre los vencedores del domingo: "Batacazo", tituló El Periódico a cinco columnas, "Mas pierde 12 escaños y no amplía la mayoría soberanista"; "Duro castigo a Mas", dice La Vanguardia; y ABC, siempre tan poco sutil: "Cataluña rechaza la independencia. Mas pierde su plebiscito". Para El Mundo, "Mas protagoniza el mayor ridículo electoral en 30 años"; para La Razón, "Adiós Mas, a Cataluña le gusta España".

Pero, ¿es tan así? Sigamos con los números. Ciertamente, el oficialismo ha perdido electores y escaños, pero también es cierto que CiU ha adherido recientemente al discurso independentista, con el que había flirteado pero sin llegar a casarse en todos estos años.

En cambio, los que siempre mantuvieron la postura de quebrar con Madrid, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dobló sus votos el domingo (de 10 a 21 escaños), y también crecieron Iniciativa per Catalunya-Verds (de 10 a 13), y hasta entraron al Parlament 3 diputados de Unitat Popular. Con ellos, los legisladores autonómicos que apoyarían una secesión suman 87. Por su parte, los "españolistas" de izquierda (PSC-PSOE), de centro (Ciutadans), y de derecha (Partido Popular), suman 48.

En medio de la escalera, pero me parece que subiendo.




Twitter:   @nspecchia



.