En Foco – HOY
DÍA CÓRDOBA – El Mundo – Página 2 – martes 2 de julio de 2013
Croacia europea
por Pedro I. de Quesada
La tensión
en los bordes de Europa ha sido la responsable, históricamente, de la aparición
o el estallido de conflictos que luego involucraron al continente entero. Por
ello, entre otras muchas razones, la incorporación de los países de la zona de
los Balcanes al proceso de integración europeo constituyó un objetivo
estratégico de Bruselas.
En el caso de Croacia, además, se sumaban las
argumentaciones de que ese paso contribuiría a la estabilización interna, tan
fragmentada tras el desmembramiento de la antigua Yugoslavia y las guerras
serbo-bosnias: en definitiva, la Unión Europea había logrado conjurar los
conflictos armados en su suelo desde el fin de la segunda Guerra Mundial, pero
en los Balcanes perdió ese invicto.
A esta
trama, por demás compleja, no puede evitársele agregar la tradicional mirada de
las elites croatas (católicas y occidentalizantes), frente a las masas
populares y rurales (también católicas, pero eslavas, o sea pro rusas);
enfrentadas, a su vez, a una Serbia –claramente eslava, y ortodoxa- y a los
territorios y enclaves bosnios, musulmanes y orientales.
Este
crisol balcánico (a cuya confusión contribuyó la Argentina de los ´90: parte de
los envíos ilegales de armas traficadas durante el menemismo fueron a parar a
Croacia) esta semana ha agregado un elemento que puede ser –si es bien
utilizado- ordenador y pacificador.
Tras diez
años de negociaciones, Croacia ha ingresado oficialmente y de pleno derecho a
la Unión Europea, como el Estado-miembro número 28. En medio de la crisis
económica mundial, el proceso de integración del Viejo Continente sigue
mostrando una buena salud a prueba de tempestades.
Si bien
las facciones más conservadoras al interior de algunos gobiernos (como el
británico, por ejemplo), atizan la idea de sacar los pies del plato y abandonar
a Europa a su suerte, los países más débiles de la periferia siguen viendo en
la organización común, en la Comisión, en el Consejo, en el Parlamento y en los
órganos subsidiarios (desde los económicos y financieros, hasta los de salud y
educación) la vía óptima para enfrentar los desafíos de la globalización.
Y los
croatas saben lo difícil que es: llevan cinco años seguidos de recesión (ahora,
en la UE, sólo los supera Grecia); una desocupación del 18 por ciento de la
población económicamente activa (llega al 50 por ciento entre los jóvenes);
está entre los países más corruptos del continente y su moneda –la kuna- entre
las más depreciadas.
No entran
aún al euro ni al espacio Schengen (de movilidad sin fronteras), pero si todo
sale bien, lo harán en los próximos meses. Croacia, finalmente, consolida su
destino europeo.
Twitter: @nspecchia